lunes, 28 de noviembre de 2016

Hoy aprendí que mi gordis no es cualquier gata, por el color de su pelaje es una gata “Carey” son llamadas hijas del sol por una bonita leyenda que tienen, además en general su genética en la cruza da siempre resultado una hembra, son símbolo de buena suerte, Cariñosas con su humano y algo impredecibles y divertidas compañeras de vida.


Cuenta que hace ya mucho tiempo atrás, el sol decidió que quería participar de la vida en la Tierra. Para ello pidió ayuda a la luna para que cubriera su ausencia con el fin de que los humanos no se percatasen de que el astro rey ya no estaba en su lugar. La luna aceptó y tomó la posición del sol de manera lenta pero inexorable, de manera que el Sol deseoso de vivir las experiencias de un mundo que sentía lejano, tomo forma de uno de los animales en los que mejor pasaría inadvertido y que la vez le fascinaba. Eligió una gata negra.

Y así paso el tiempo, el Sol vivió con intensidad aquellos días en la tierra hasta que la Luna, cansada de esperar su regreso decidió retirarse. El Sol tuvo que salir rápido del cuerpo de la gata negra a ocupar su lugar en el cielo, pero en su rápida huida, miles de rayos de luminosos y dorados colores, cubrieron y quedaron atrapados en la mágica piel de la gata negra. Desde entonces las hijas de aquella gata llevan el recuerdo de los rayos y destellos dorados que el sol olvidó en su madre, así como su temperamento y sabiduría.

©Marco Briceño A

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