miércoles, 13 de noviembre de 2013

Sobre las cosas modernas


Leyendo encontré este extracto de un buen libro, enseña a los jóvenes del año 1900 a evitar la dependencia que tenían sobre las cosas modernas de su época, cosas que recién estaban apareciendo producto de las revoluciones industriales y de las culturas desarrolladas y que menoscababan la personalidad y la sana relación en la sociedad.

Sobre las cosas modernas…
Han venido a desplomarse junto a la senda como si hubieran pasado la noche en una desenfrenada orgia. Muchas veces, al llevar sus labios la copa de la antigua cultura, sintieron su amargo sabor, pero no han hallado o no han querido otro medio para luchar contra la embriaguez que aquella misma copa que aniquilo sus fuerzas y les sumió en el letargo: sin energía para sentir una repugnancia salvadora, han llegado a perder la voluntad. Y sin ella, quieren lo que quiere la masa. Ahora, hundidos en los pestilentes pantanos de los convencionalismos, perecen entre angustias. ! Muerte y corrupción!, otros se han escapado al vaho ponzoñoso de la civilización del placer. La caída, arrastrados por la tempestad, ha sido dolorosa, pero no mas embriaguez, no mas debilidades, no más concesiones vergonzosas a los principios deletéreos de una civilización que se deshace! “velas, crecer, vivir nuestra vida, dominar con mano dura nuestro propio ser, esto es lo que queremos nosotros los jóvenes, no queremos que las cosas muertas nos dominen, no queremos ser los esclavos de la maquina, no queremos que nos aten las áureas cadenas de la riqueza, sino que nosotros dominaremos a todos estos enemigos, ellos serán nuestros servidores, porque valernos demasiado para perder nuestra personalidad en inútil y vergonzoso sacrificio.
Libro “nosotros los jóvenes” Año 1906

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©Marco Briceño A

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