domingo, 30 de abril de 2017

De un fierro a una Pistera Pixie…

 
Llego mi vieja con este fierro de la calle que parecía una bicicleta y me propuse volver a ponerla a rodar y mi idea fue hacer una fixie, proyecto personal que estaba pendiente por que faltaba algo, “fierros botados en la calle que pareciera una bicicleta” y que pudiera convertirla en una obra de arte sobre dos ruedas.

 

¿Qué es una Fixie?
Las fixies son una apuesta estética y una filosofía de vida basada en el reciclaje y el aprecio al valor intrínseco de una bicicleta que esta desechada o fuera de uso, en especial las bicicletas de ruta o pisteras.
Sus características sobre las bicicletas normales, es que solo tienen lo básico, sin tener accesorios ni otros componentes como cambios, manillas de frenos, espejos, parrillas, cubre cadenas, tapa barros entre otros componentes, las fixies tienen la característica esencial que tienen su piñon fijo, que hace que el ciclista deba contantemente pedalear y que para frenar deba hacer contra pedal.
Hoy en día están de moda en las ciudades por su funcionalidad, requieren poca mantención y son fácil de reparar, aparte de ser estéticas y veloces.


¿Su precio?
Son algo caras, si hay que tener una bicicleta con buenos componentes, puede salir una en 300.000 mil personalizada, una básica nueva parten desde los 150.000 pesos.
El comienzo de la magia…


Hace tiempo que quería una bicicleta pistera, era un sueño y un desafío personalizarla para que fuera única, solo estaba esperando la oportunidad que llegara, mi vieja la entro de una recolección de chatarra de la población, no me costó nada, solo estaba el manubrio, una rueda y la masa.
 

 
A pasar los días conocí el concepto de “FIXIE” que es un tipo de bicicleta urbana que está de moda, pero que en realidad significa: “es un modo de vida que motiva a reciclar bicicletas principalmente de las de ruta y volverlas a poner en uso con el mínimo detalle sin perder su uso práctico” eso.


 

En este nuevo desafío, me propuse que no perdiera la esencia de las pisteras, pero con elementos de una fixie, por que las pisteras tienen algo único, son masculinas, elegantes, veloces, llamativas y románticas según mi propia idea de ellas, y las fixie que son un cambio vanguardista de las ciudades modernas, que aparte de no ser de producción serial, son algo estético en su diseño y en sus componentes.
 
 
Me puse a diseñar esta bicicleta, busque colores, combinaciones, componentes, y el color elegido fue un azul, fui a Santiago a buscar ruedas pero estaban demasiado caras, así que me quede con comprarlas en en mi ciudad, además fui a las ferias de las pulgas y encontré un sillín y frenos onderos a buenos precios, la masa la mande a pintar para que tuviera un buen acabado, ya que si la pintaba, quedarían bien, pero tendría un brillo opaco, además el valor de pintarla no escapaba del presupuesto, todo este proceso duro un mes completo, pero valió la pena esperar para verla andar de nuevo por las calles.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A

©Marco Briceño A